Queens, Nueva York — Las redadas recientes en los spa y salones de masaje de Roosevelt Avenue han despertado preocupación entre los residentes de Queens. Los operativos, realizados por autoridades locales y estatales, buscan frenar actividades ilegales, pero también han generado miedo en la comunidad inmigrante.
Durante las últimas semanas, varios locales ubicados entre Jackson Heights y Corona fueron inspeccionados por presuntas irregularidades. Según las autoridades, los controles pretenden proteger la seguridad pública y garantizar el cumplimiento de las normas comerciales. Sin embargo, líderes comunitarios denuncian que algunas redadas se han realizado sin transparencia y con un enfoque discriminatorio hacia los trabajadores inmigrantes.
“No estamos en contra de que se cumpla la ley, pero debe hacerse con respeto y sin criminalizar a toda una comunidad”, expresó Ana María López, representante de una organización local que brinda apoyo a trabajadores de la zona.
Para muchos vecinos, Roosevelt Avenue representa el corazón económico del vecindario. Cientos de negocios —restaurantes, salones y tiendas— son administrados por inmigrantes que trabajan día a día para sostener a sus familias. Por eso, los operativos percibidos como abusivos afectan directamente la confianza y la estabilidad de la comunidad.
Portavoces del NYPD aseguran que las redadas continuarán de forma selectiva y que el objetivo es proteger a posibles víctimas de explotación laboral o sexual. Sin embargo, defensores de derechos civiles piden que se priorice el diálogo y la transparencia para evitar el temor entre los trabajadores.
Mientras el debate sigue, Roosevelt Avenue vuelve a ser escenario de las tensiones entre seguridad, economía e inmigración. La discusión refleja el desafío de equilibrar la justicia con la empatía en una de las comunidades más diversas de Nueva York.





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